15 de octubre de 2007

ESTEL JULIÁ


Bajo los techos negros que los abrigan,
los búhos se mantienen alineados,
como dioses extraños,
clavando su mirada roja. Meditan.
Baudelaire. (Los buhos)


INSOMNIO




Tanto tiempo sin sentir
la zozobra
el abandono de ti mismo.
Contabas
con los dedos de una mano
y las chapuzas que día a día
te delataban.
No te alertaron
cuando al girar la espalda
habían arrancado
de lo más hondo
la tranquilidad
con que gozabas
cada noche en tu cama.
Hoy adoptas el formato clásico,
tu despertador
te sorprende
dando vueltas por la casa.




Texto: Estel Juliá
http://estelj.blogspot.com/
Imagen: Diego Rivera

6 comentarios:

  1. Buen poema, Èstel.

    Resuelves con fineza y otra sentimentalidad (la poética, la que el "yo" poético deriva) del insomnio y duermevela sus cuitas, quitas, alertas, querencias y quiebros.

    Un beset.

    Tu Viktor

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  2. Me gusta, reflejas muy bien la angustia del imsomne. ¿Qué le lleva a esa situación? La conciencia de un acto indebido, creo yo.

    http://elcowboyurbano.blogspot.com/

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  3. Gracias Víktor por llevar hasta aquí tus comentarios, como siempre tan amables.

    Besets,



    Estel J.

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  4. Hola Sinrof,

    Me sorprende la visita de un Cowboy urbano como tú...
    Me alegra que te haya gustado ese angustioso veneno que se vierte cuando el insomnio aparece, como tú bien dices, cuando los actos no son del todo procedentes.
    Allá cada cual con su conciencia, yo te aseguro que duermo a pierna suelta.

    Un saludo,


    Estel J.

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  5. Hola Estel.

    Buscando, buscando..., te hallé por acá.

    El enemigo insomnio,
    traidor marrullero.
    Cuando ya se cree vencido
    ataca de nuevo.

    Nos hunde
    nos eleva,
    del fondo de la cama;
    nos arrastra
    por el cieno de la memoria
    y la sinrazón.

    Pozo de angustia
    que se llena de píldoras
    y desamor...

    Me salió del tirón. ¿Te gusta?

    Abrazo insomníaco.

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  6. Claro que me gusta Secretario¡

    Veo que poco a poco te vas contagiando de ésta enfermedad incurable que es la poesía.

    Me encanta, no dejes de escribir.


    Un beso,




    Estel

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