Revista de creación artística y literaria

30 de diciembre de 2008

ANTONIO GARCÍA VILLARÁN



CONFESIONES

Confieso que he vivido,
aunque no lo suficiente,
que las religiones me dan pena
y la muerte me da risa.
Confieso que me llevaron
más de una vez en taxi al piso
y al día siguiente
no me acordaba de nada.
Confieso haber tocado las tetas
de Madmoiselle Espina
en la boca de una esquina
con siete puertas.
Confieso haber comprado
mil cosas inútiles
a precios inútiles
y haberme sentido importante
por tener un objeto bello,
que me gusta tragarme sólo mis miserias
y acabar de vez en cuando
a la 6 de la mañana
llamando hermano
a algún desconocido.
Confieso que lloro, claro, como todos,
aunque aprendí a hacerlo para adentro
y no molestar así a los vecinos.
No es ningún secreto
que escondo perlas de sal
en cuevas donde nadie
podrá nunca admirarlas,
que tengo la edad perfecta
para pasar de largo
por mi segunda adolescencia.
Confieso que después de jugar limpio
contra el sistema
el sistema me pateó las costillas,
y sus hombres de paja
se rieron en mi cara
y ni los abogados pudieron parar
su tromba de pedradas,
también confieso
que os la tengo
guardada.

2 comentarios:

Alberto dijo...

Qué bueno es este poema.

Anónimo dijo...

Yo también habría confesado que no sé hacer poesía.

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