(fin del mundo)
Llegará el día
que se nos agoten las palabras
y el mundo se disipe
en una etimología repetida.
A unos nos sorprenderá sin ropa,
inarticulados bajo las sábanas mate
de un hotel de extrarradio;
a otros, con el único abrigo
del que confía su suerte a una estrella
que viaja fugaz por la autopista.
Todos intentaremos deshacer camino,
correr hacia la casa infantil
donde sobrevive la fuente menguante
en la que naufragaron nuestras sandalias,
buscar troncos que conserven
a tiza los nombres perdidos,
devolver los pétalos a las margaritas
que siempre concedieron pares,
jugar...
...hasta que se detenga el tic-tac del corazón,
hasta que no se sientan los latidos del tiempo.
1 comentario:
muy bueno,
felicidades.
Publicar un comentario