TENGO UNA PISTOLA
¿Sabéis? Tengo una pistola. La escondo en el cajón del armario, la limpio todos los días con un trapo. Mi víctima de hoy es mi novio. Bueno, mi ex novio, porque he cortado con él y dentro de poco vendrá a casa a recoger sus cosas. Mira por dónde: ya está llamando a la puerta. Yo escondo el arma en mi bolsillo y le abro. El muy cabrón, sin dirigirme la palabra, entra al cuarto, saca su maleta y empieza a llenarla con ropa, videojuegos, cómics y demás pertenencias. Yo le observo, furibunda, pero no me lo cargaré aquí. Cuando termina, no abre la boca para despedirse de mí: se va directo del piso. Yo me asomo al pasillo y veo como se aleja hacía las escaleras, paso a paso. Sé que ha llegado la hora de poner punto y final. Saco la pistola. Apunto. Lo mato. Lo mato en mi corazón. Lo mato en mi cerebro. Y no, no ha habido disparo de mi pistola de juguete, pero el asesinato ya ha sido cometido. ¿Sabéis? Ya me está aburriendo la pistolita de las narices. Tenía que haberme comprado en la juguetería una metralleta con ruido para haberle dado un buen susto a mi ex porque más susto me dio a mí cuando lo pillé con mi mejor amiga en la cama.
4 comentarios:
Buen relato, estoy porirme al Toys R'Us, para surtirme estas Navidades. :)
Ademas que con la ametradallora hubieras acabado rapido con los dos je, je
He saltado de este minicuento inquietante y sarcástico a otras páginas que incluyen información sobre la autora, que, por desgracia, desconocía hasta ahora (aunque tenga la rara sensación de haberla leído antes). ¿Tienes, Ana, algún blog o web donde seguirte la pista? Trataré de hacerme con tus publicaciones en papel. Gracias.
Te he dejado un comentario en la última entrada de tu blog. Leélo.
Besos,
ANA PATRICIA
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