y como gotas de lluvia caen mis lágrimas pesadas
sobre la tierra yerta donde un día sembré mi esperanza.
El cielo se abre, se desliza el viento sobre mi cara,
cansada de respirar este aire, cansada de que llegue el alba.
Cansada de ser y no ser nada excepto el reflejo de haber sido,
de ser y seguir siendo sin dejar de caer en el olvido.
Aprendí a odiar antes que amar,
y sin embargo conseguí amarte,
que ya no queda nada que lo que queda de mi pueda darte,
mi alma se torna verdugo por ser quien ha de olvidarte.
Hoy extiendo mis manos a un nuevo día,
busco más sol del que pude encontrar a tu lado,
juro no decir aquello que juré que nunca diría,
y se abren mis ojos para contemplar lo que nunca he contemplado.
Hoy mi alma vuelve a la vida,
amarrándose a la tierra donde ardieron mis cenizas,
con cada paso soy más fuerte y tal vez menos humana,
deseando seguir viviendo sin tener que sentir nada.
Texto: Ana María Romero Muñoz
Fotografía: Mi mujer Salvador Dalí (1945)
2 comentarios:
me llamo andres javier romero muñoz,es raro por lo menos para mi supongo que debe de ser bastante comun encontrarse el mismo apellido sobre todo en internet.
me llamo andres javier romero muñoz,es raro por lo menos para mi supongo que debe de ser bastante comun encontrarse el mismo apellido sobre todo en internet.
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