Aquel septiembre tú habías empezado
a decírmelo todo,
como si después de tantos años
no supieras que daba igual
saber el nombre de las cosas.
Dijiste algo de las mujeres
y yo supe que habías dejado de quererme.
A veces dejo un lado libre en nuestra cama
por si regresas
cualquier noche en que no importe estar desnuda.
No estás.
Yo sigo buscando árboles.
Podré perderme en un bosque algún día
cuando no quiera ser más.
Texto: Ana Vidal Egea
Imágen: Egon Schiele
4 comentarios:
Un placer leerte Ana.
Me ha encantado tu poema, lleno de fuerza, con un profundo toque de nostalgia, cargada de amargura. Genial.
felicidades!
saludos!
Inma Puente
Ana eres increible...
Tu poema refleja exactamente tu personalidad.Fuerza.
Sigue escribiendo para deleitarnos...
un beso!
Juani Soto
mmm me hace reflexionar algunas cosas, pero en ocasiones el hecho de regresar es dificil, y mas cuando hubo bastante estupides, pero bueno, lo que fue, fue.
la imagen y el poema.
Siempre Schiele.
me gustaría poder leer más cosas tuyas.
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